Estuvimos
a punto de alcanzar el cielo:
Faltaron
dos lágrimas,
un
par de whiskys
para
espantar los miedos,
un trozo
de piel abandonado
sobre
la cama,
los sueños
del pasado
acostados
en la almohada.
Y
ahora no sabremos
si
habrá cielo o infierno
o si
seguiremos flotando entre las nubes
mientras
el mundo se para
y
seguimos devorando nuestras certezas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario