La luz
se acuesta junto a la hierba
el día se despereza.
Sus
labios son rosas
donde
se pierden mis besos de mariposa.
El sofá
se come nuestros cuerpos
y nuestros
cabellos se peinan
en los
espejos del deseo.
Vivimos
dentro de la misma piel
y nos
gusta abrazarnos enteros,
para
que nuestros sabores se mezclen
para
que nuestros olores no salgan por la ventana.
Nos amamos
mientras tenemos fuerzas
y luego
nos dormimos
dentro
del mismo sueño.
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