Hacíamos
el amor
sobre
la arena fresca de la playa,
sobre la
tenue alfombra de una toalla
y a
veces éramos peces que se resbalan
otras sirenas
de cabellos azules,
incluso fuimos náufragos entre las algas
o
buques que dormitaban en la oscuridad
mientras el océano se desperezaba.
Hacíamos
el amor
hasta que
la luna nos bañaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario