Cojamos
un lápiz
tú
y yo ,
dejemos
las manos quietas
los
dedos prestos.
Dibujemos
un corazón
con
las ventanas abiertas,
con
los bordes recubiertos a besos
con
la piel hundida a base de deseo.
Cojamos
un lápiz
tú
y yo,
pintémonos
los limites en el rostro
por
el silencio oscuro de nuestra frente,
amémonos
hasta que se nos disuelva el agua
hasta
que nuestra saliva se quede seca
hasta
que los labios se despeguen
antes
de llegar a casa.
Cojamos
un lápiz,
escribamos
en una servilleta:
que
nunca nos traicionaremos
que
nunca nos haremos daño
y
dejemos que el viento
bata
sus alas
nos
lleve junto al cielo de nubes quietas,
al
lado de tus cabellos
el
lugar donde nacieron nuestros sueños
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