No quiero ser la única luz que
atraviesa el muro
ni ser una certeza en un mar de olas
desesperadas.
No quiero ser ventana, ni nube de
agua,
ni ser la banalidad de un domingo de
sofá.
Quiero ser el beso que guardas en tu
caja de recuerdos
o el abrazo perfecto en nuestra
rutina de cuatro baldosas.
Quiero ser la primavera de tus ojos,
el otoño de tu piel
y el corazón que late en los
escondrijos de tu vientre.
Querer y desear para finalmente ser.
ResponderEliminarBellísima conjugación.
Mil besitos.
Así es amiga auroratris.
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