Mi lengua
sabe a ella
Mis dedos
saben a ella
Me
gusta amanecer dentro de ella
Ser su
mar y sus olas
Ser la
serpiente del tatuaje
Ser su
luz antes de nacer
Su vientre
es el lugar donde nacen los sueños
Sus pechos
son mariposas de agua
Sus cabellos
remolinos de viento
Con nosotros
llego la primavera
Con su
lluvia de besos
Con su
sol plagado de versos.
Preciosa poesía que te recuerda todo a ella. Un abrazo
ResponderEliminargracias María
ResponderEliminargracias María
ResponderEliminar