luis perronegro

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domingo, 15 de mayo de 2016

una vez que la ciudad fue sometida

Una vez que la ciudad fue sometida
y la lluvia no pudo barrer las calles
mientras la noche paría poemas
y besos de metal pesado
que no querían abandonar las bocas
de las princesas de la madrugada,
una vez que sucedía todo esto
regresábamos a nuestras cuarteles de invierno
y de aquellas pesadillas surgieron los sueños.

2 comentarios:

  1. No creo que haya muchas princesas en las madrugadas. Quizás solo las que madrugan y no las que trasnochan. Menos mal que sueños son Un abrazo

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  2. María no existen ni principes ni princesas, pero los sueños , sueños son. Un abrazo amiga

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