A veces
mis besos se quedan en la boca,
como
barcos que no parten de su puerto
como
gaviotas que no encuentran el horizonte,
anclados
en la cautela, rodeados de siluetas.
Y mi
cuerpo te desea mas
y mis
ojos te susurran canciones desesperadas
y mi
piel solo sabe a tu piel aunque no la toque.
Pero al
día siguiente cuando el mar ya esta calmo,
nuestros
labios son olas sin descanso
y nuestras
lenguas se deshacen en copos de agua.
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