Ella
nunca quiso decir la palabra siempre
ella
nunca quiso juntar esas sílabas
ella quería que las verbos fueran cometas
que
danzaran en el viento,
que no
fueran tatuajes de alma
ni
lágrimas de piel,
que
fueran flor de primavera
hojas
de otoño,
todas
con un tiempo
todas con
un horizonte
Por eso
cuando el amor
empezó
a ensancharla,
cuando
la sangre se escapaba del cuerpo
y los
besos eran olas de mar
y los
abrazos eran estatuas de sal,
empezó
a pensar si aquello
que
palpitaba en sus labios,
era
para siempre
o todo estaba siendo un sueño.
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