Todo
sabe a melón
y
a melocotones,
los
cuerpos pierden la vergüenza,
salen
las bicicletas del trastero
y
las nubes huyen del cielo
Pensamos
que el amor es eterno,
que
las estrellas siempre van a estar disponibles
y
que el mar llegará hasta nuestra alcoba
El
verano llega y la piel quema,
hay
tanto sol que te brillan las sienes
y
cuando la noche acecha
sabe
a verbena.
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