luis perronegro

luis perronegro

lunes, 20 de abril de 2015

Su vientre.

Amaba el dulce frescor de sus pechos
el manantial intenso que fluía de sus senos,
me gustaba dejar mis flores en su vientre
y que mi lengua fuera la cuchara que rebanaba
los múltiples sabores de su piel.

Quería ser el barro que se derrite en sus labios
y modelar con mis besos su cuerpo infinito.

Acabamos como las olas que fueron un momento marejada
abrazados a la arena y con el sol fundiéndonos los cabellos.

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