Vivo el
tiempo de tus ausencias
como si
fuera un árbol sin raíces
como si
fuera un lago sin agua,
con la
paciencia del que no tiene reloj
con la
ausencia del verso en el cuaderno.
Tiempo,
devuélveme el tiempo
donde ayune
de tus besos,
déjame en
el instante
donde nos
devorábamos los sueños.
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