Éramos el mismo verso del poema
por eso no se nos caían las letras,
estaban agarradas al estómago
prendidas en luminarias de piel
y libres de barro y viento.
luis perronegro
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El mediodía. La parsimonia de las aguas. Recordare el fulgor de aquellas arenas, de aquella playa muerta, donde por...
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