Quiero
quererte como tú me quieres:
a veces
y no esperarte desnudo, eternamente,
como si
el sol pudiera estar siempre presente.
Quiero
olvidarte como tú me olvidas:
a veces
y llegar
a mi casa con el alma quieta
con las
ventanas abiertas
y las
espinas fuera de la garganta.
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