luis perronegro

luis perronegro

jueves, 28 de agosto de 2014

Mi horizonte suele acabar en tus ojos.

Mi horizonte suele acabar en tus ojos,
mientras que la luna me azota
con la blancura de sus dientes
y las estrellas colorean un cielo
donde tú siempre apareces.

Mi horizonte suele acabar en tus labios,
amarrando cada uno de tus besos
para que no se escondan
ni se escurran en la memoria
como gotas de agua abandonadas en la tierra.

Mi horizonte finaliza en tus ojos,
en el mismo lugar
donde se despiertan mis párpados
y donde el eco de tu voz de niña
resquebraja el silencio.

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