La verdad está delante de mí
aunque me ponga los ojos de no ver
y recubra las palabras con papel de regalo .
La verdad la tenía delante de mis párpados
con sus labios pequeños y suaves
con su rostro amenazado por el sol
y tallado en mil estrellas.
La verdad estaba en frente de mí
y yo no quería visitar mis entrañas
donde manaba la culpa entre las venas abiertas.
La verdad era bella
y mi piel era árida
como el verso del poeta
que hurto las palabras en un bar.
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