Hoy
mi hígado aguantará
lo
que la noche invite
no
tendrá reparos
en
devorarte
ni
ansiedad
para
comerte los ojos
con
la cuchara de todo los días.
Hoy
mi lengua aguantará
todos
tus envites
tus
labios cerrados
tu
rostro egipcio
el
hierro que perfora tu nariz
y
que se queda con mi oxígeno.
tu
belleza a un palmo de mi boca.
Hoy
mis pupilas aguantaran tu mirada
hasta
que se caigan
las
cuencas de mi rostro
y
el tren cierre sus puertas.
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