luis perronegro

luis perronegro

martes, 17 de junio de 2014

Dicen de mí.

Dicen de mí
que se me acaba el tiempo,
que no me queda nada más
que un par de rutinas,
una multitud de duelos innecesarios
y el tiempo suficiente para vestirme de negro.

Dicen de mí
que no saben si estoy vivo o muerto,
que mis labios parecen revestirse de silencio
y mi esqueleto no tiene el arrojo suficiente
para cambiar sueños por deseo.

Dicen de mí
que se me acaba el tiempo.
Y yo les digo
que mi corazón es de fuego
que no hay aliento que lo derribe
ni viento que lo doble,
que a lo sumo se encoje para nacer de nuevo. 

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