Justo
en la línea que delimita el sueño, la que marca el tono verde entre el pinar
perenne y el robledal caduco , hay te encuentras tú.
No
sé si serás futuro o presente, dolor o placer.
Creo
que te amo si amar significa que estés todo el día a mi lado. En el primer
pensamiento , ese que se te pega a la sábana. En el segundo el que te recoge en
el lugar donde naufragas. Y en el último el que me devuelve a la cama.
No
conozco lo que en tu garganta suena, lo que en tu alma late. Debería
preguntártelo. Cuando seamos mayores. O cuando recorramos en circulo las calles en busca de catedrales siempre ausentes.
No
quiero ahuyentarte. No quiero que tu mirada se transforme y me mires como un
cristal con el que te puedas cortar.
Tengo
miedo de las respuestas. Me
llevan al mismo sitio. A ese girar perpetuo en busca de mi destino.
Vivo
pendiente de nuestras ausencias, para que no se prolonguen en el tiempo.
Volvería
a recorrer todos los lugares que me dijeras. Incluso aquellos en los que me
cayera a una ciénaga.
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