Una vez
que la ciudad fue sometida
y la
lluvia no pudo barrer las calles
y los lamentos
se hicieron poemas
como si
fueran besos de metal pesado,
una vez
llego todo esto
regresamos
a nuestras cuarteles de invierno
y de
aquellas pesadillas surgieron los sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario