Todos
los átomos de mi piel
todas
las partículas de mi sangre
acaban
en la esquina de sus labios,
como si
todos los caminos anduvieran vallados
como si
todos los cuchillos estuvieran afeitados.
Todos
nuestros viajes
todas nuestras huellas de nubes
acaban
al final de la tierra,
como si
los títulos de crédito surcaran la pantalla
como si
viviéramos en una historia interminable.
Todo será
latido imborrable, parpadeo incesante.
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