luis perronegro

luis perronegro

viernes, 10 de octubre de 2014

Una mañana de otoño con tus ojos quietos en la pared.

Te levantas
una lluvia fina palpita tras la ventana
y frente a ti la indigencia de un folio en blanco.
Llueve afuera
y por dentro tu piel se llena de agua
como si tu cuerpo estuviera repleto de lágrimas.

Una mañana de otoño con tus ojos quietos en la pared.

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