Su sexo
y mi sexo
entre las manos
un rastro de luz
las cortinas
cerradas
y todas las llaves
echadas.
Mi mano y su mano
con el placer entre los dedos
un ruido de fondo
nuestro corazón tejiendo
el deseo lloviendo a nubes.
Es un amor
descalabrado
plagado de besos
unos grandes y otros pequeños
y tan intenso
que se lo arrebata al tiempo
como si el reloj
hubiera muerto en la muñeca.
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