luis perronegro

luis perronegro

sábado, 4 de octubre de 2014

Sucede que siempre vuelves.

Sucede que cuando mis ojos se despiertan
lo primero que ven
es tu rostro perfectamente tallado
con tu rebeldía perforándote la nariz.
Los vuelvo a cerrar, espero los segundos de una respiración .
Otra vez estas allí.
Desayuno mientras me acompañas sin estar,
pongo música y apareces en la última nota que alguien ha dejado caer.
Salgo a pasear al perro que no tengo
cojo cualquier sendero y estas allí. Aún no marchaste.

Sucede que me canso de que todos mis pensamientos acaben en ti.
Entonces aprieto al pause.
Me enredo entre palabras y las dejo a fuego lento,
mientras que sueño con atravesar con mi lengua tus pechos.
Luego la noche llega y me vacía como el que se queda sin estomago.

Sucede que hago planes para ahuyentarte.
Abro los armarios y encierro los pensamientos. Con llave y por dentro.
Y todo ello me dura el tiempo que tarda en bombear la sangre por mis venas.

Sucede que abro este cuaderno
para olvidarte
y  al final lo he llenado con tus versos.

Sucede que siempre vuelves
para llenar de besos el aire y dejarme clavado en tu recuerdo.


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