A veces cuando amanezco
te he amado tanto entre sueños
que hasta mi corazón se levanta húmedo.
A veces te amo demasiado
y se me abren las venas
y necesito gritartelo
y entonces las palabras me salen grandes
y se que te asustan
por que no sabes que hacer con ellas
si guardarlas o ahogarlas
para que no crezcan.
A veces pienso que tú también me amas,
a tu estilo, con tus quebrantos,
con el silencio cosido a los labios
y que al final somos prisioneros
de nuestras cautelas, de nuestros duelos.
Otras veces pienso que sólo soy un rumor
de los que trae el viento
que unas veces te despeinan y otras pasan de largo.
Así te amo
y en vano intento ocultarme a ese horizonte.
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