La noche agudiza los
sentidos.
Degolla los vasos
que se durmieron en la
barra,
mutila la nicotina de los
labios
y se come todas las nubes
de humo
Mis ojos están repletos de
linternas
sólo conocen tu luz,
sólo veneran tu espejo.
Llevo tu sangre tatuada en
mis venas,
vivo impregnado de la
humedad de tu saliva
y mi rostro se desparrama
entre tus dedos
La noche habilita a los
esqueletos
para un último baile
mientras el fuego tapona
las heridas.
Y yo ya no temo al día
tengo suficientes
recuerdos de ti
para alumbrar todas las
esquinas.
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