Mi
corazón debatía.
Si
amarte como antes
entre
líneas
esperando
el roce de una mano
o
una sonrisa caída en el suelo
con
tus silencios atados al cuello
con
tu piel asesinada por jabones
con
el único paraíso de tus cabellos.
O
amarte como ahora
con
la necesidad de tenerte
entre
besos que son algodones
juntando
nuestras lenguas
ávidas
del
resplandor de la saliva
mientras
el tren nos devuelve a casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario