luis perronegro

luis perronegro

domingo, 12 de enero de 2014

Resacas alrededor del cuello

La lentitud de mis parpados al abrir el día me turbia.
El vaso de leche se tambalea en la palma de mi mano.
Gira como gira la tierra
a través de un mundo siempre ingrávido.
Mis pasos parecen sombras.
Mi voz se pega al paladar y sabe al humo de las farolas.

Equilibrio mi cuerpo con la agonía de un botellín certero.
Rueda mi cabeza. Vuelve al último recodo de la noche.

Mi resaca es como un libro abierto. Escribe lo que quieras.
MI resaca sabe a napalm
en una mañana soleada de mayo .

No recuerdo ni mis sombras
ni las sabanas donde se agito mi cuerpo
ni la señora ondulada que gritaba sobre mi espalda

La lentitud de mis miembros al dominar el paso
me hace parecer lánguido
pero mi cabeza gira, impertinente, hacia un frio recelo.

La noche tiene la destreza de destrozarme el día
y eso me recuerda la vida de los vampiros
que se matan por una gota de sangre.

Quizá debe solventar
la rutina del vaso vacío.

Pero eso  será otro día.

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