Heroish Perrorojo |
El aire no me llega a los pulmones, una pequeña partícula
se filtra y mi lengua voraz se apodera de ella. No sé si estoy encerrado en una
habitación o en un sepulcro, pero me falta el aire.
Con el mechero intento dar luz al espacio donde habito.
Mis dedos se achicharran ante el calor que desprende la piedra del encendedor. Una pequeña luz parece surgir ahora, pero se difumina como una sombra en la oscuridad.
Sigo encerrado, debe ser ya domingo, suenan las campanas
de la iglesia y parecen oírse los rezos como gemidos de parturientas. Hago el último
esfuerzo por incorporarme, me levanto, grito y espero que la pesadilla se quede
en la almohada. Pero no es así, no me despierto.
Estoy encerrado y no es un sueño. ¡¡¡¡ Alguien puede
sacarme de la casa!!!!
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