Hay quienes se resisten
a morirse sin haberse conocido,
a morirse sin haberse conocido,
por eso
llegan a viejos
con trozos de espejo
enredados en el cabello
y se miran las arrugas,
como el niño
que aprendió a volar
con las alas de aire.
llegan a viejos
con trozos de espejo
enredados en el cabello
y se miran las arrugas,
como el niño
que aprendió a volar
con las alas de aire.
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