La Navidad llega como siempre
con el paraguas abierto
y llueve sal
y llueve pan
las calles se llenan de alfombras
las multitudes alumbran la noche
en el incesante parpadeo de las luciérnagas
y nada cambia
los escaparates te abrazan
las luces se comen los deseos
las lágrimas vacían los mares
y tú vuelves a cerrar los ojos
construyéndote los sueños.
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