de los libros de la pereza,
escribo versos de fuego y agua,
cierro los altares de los bares
antes de que sus cadenas me muerdan
y me atrevo a pensar
despacio, masticando las palabras.
Entonces los dioses ya no tienen alas
las certezas son arena,
el mundo es un lugar salvaje
donde solo algunos reinan
y el resto corretean
por alfombras de tiempo inerte.
La estupidez es una droga dura
de la que siempre me estoy quitando,
devorando los espejos de aire,
construyendo utopías en el horizonte,
dibujándome huellas en los zapatos.
dibujándome huellas en los zapatos.
Como siempre me sorprendes , maravillosa. Un abrazo
ResponderEliminargracias María del Carmen, por tenerte siempre al otro lado.
ResponderEliminarUtopías que subyacen entre las turbias e irónicas realidades
ResponderEliminarobviarlas es lo acertado y construir de nuevo aunque se derribe
cada vez con los cimientos más fuertes hasta que en el horizonte se fundan y la vida fluya.
Besos Luis.!!!!
Has cambiado el blog. Me gusta también.
gracias Maríjose
EliminarSensacionales tus letras Luiís!!! Un fuerte abrazo y aseguir construyendo utopías en el horizonte!!!
ResponderEliminargracias amiga Marina, en busca de las utopías de cada día.
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