que todas las ventanas se
abrieron.
que las casas se desvanecen
y se dejan morir como los
elefantes en su cementerio,
a paso lento.
Este es el lugar. El último
confín del tiempo,
dos casas, dos vecinos, dos
muertes,
dos libros abiertos
dos fotogramas en blanco y
negro.
Imagínate construyéndote
los sueños
con sólo viento
y trozos de mar
mojándote las escamas del
alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario