Si
hubiera un barco que se hundiera yo estaría ahí,
como
lágrima quieta que quiere saber a rostro,
mientras
la lluvia fina palpita tras la ventana
y
el folio en blanco sangra versos sin cabeza.
Estaría
ahí,
en
el lugar donde nacen las causas perdidas,
en
el paraíso de las revoluciones
que
yacen en los estanques,
reivindicando
mi derecho al delirio,
a una libertad sin
hambre, a un hambre sin cadenas,
con los corazones
secuestrados
por los bandidos que
se asoman al tiempo,
soñando las utopías
que se duermen en los
labios de los niños.
Si hubiera un barco
que se hundiera yo estaría ahí,
robándole al mar sus
olas
escuchando el
silencio en sus caracolas
mientras la arena de la
playa huye de mis dedos.
Versos que labran el camino de aquello a lo que volvemos los rostros. Besos
ResponderEliminarlas causas perdidas a veces nos devuelven a la infancia de los comics y los héroes. Gracias amiga Maríjose
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