Quisiste
guardar el mar
en un
tarro de cristal
y ahora
sólo tienes
las
manos húmedas.
Quisiste
esconder las nubes
en el
bolsillo de atrás
y tu piel
se llenó de viento
y tus
huellas de sal.
Quisiste
soñar:
cielo azul,
matemáticas sin hambre,
y la
primavera se escondió
en alguna
de sus esquinas rotas.
Quisiste
transformar el mundo
y al
final te quedaste en aquel poeta
que goteaba
versos de arena
y que
devoraba la monotonía a cucharadas.
Amigo mío... Tocas la fibra con tus versos. Haces que la nostalgia tenga la belleza de tus letras.
ResponderEliminarMil besitos.
gracias amiga Auroratris por tus generosas palabras
EliminarLas matemáticas es una ciencia exacta y tu poema lo es.
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