luis perronegro

luis perronegro

sábado, 28 de enero de 2017

hasta que se me acaben los versos

hasta que se me acaben los versos
recorreré el camino de tus labios,
visitare el otoño de tu cuerpo
y dejare que mi corazón desnudo
se aposente en la oscuridad
de tu vientre,
viviré en tus pechos, 
abriré de par en par el cuaderno
para que se llene de tus palabras,
y como un árbol
dejare que tus raíces
se agarren a mis cabellos,
hasta que se me acaben los versos
dormiré tus sueños 
y amare el sonido de tus pasos.

domingo, 22 de enero de 2017

las primeras nieves

La nieve golpea con insistencia
la ausencia que puebla las esquinas
de los callejones blancos.
Todo surge claro,
hasta la tristeza se muestra pálida.
  
Hay un silencio azul
y un sonido distante
que se aposenta sobre el suelo
como copos de azúcar.

Una huella en el parque
se sumerge en el frío de la tierra
y me revela una niñez tardía.
Recuerdos junto a la estufa.

Y es allí
el lugar del que nunca me fui,
y al que siempre regreso
cuando llegan las primeras nieves,
y la ciudad duerme su sueño blanco.

sábado, 21 de enero de 2017

mis espectros












Hay un mundo sin espejos 
al otro lado del río.
Ahí viven mis espectros.

amor y sueños rojos

Mi niña
el amor que me regalas cada día,
me hace ser pájaro entre las nubes
viento entre las olas
y audaz como el aullido del lobo
en una noche de estrellas azules.

Nuestro amor es una autopista
por donde transitan los sueños rojos.

la noche me confunde y el día me espanta

La memoria se descalabra,
los vasos ya no se sostienen
están repletos de cemento.

Mis ojos son agujeros negros
y los tuyos ni siquiera los veo,
en nuestras esquinas silencio.

Bailan mis músculos sin esqueleto,
danza la lengua fuera de la garganta
y en mi rostro florecen las cicatrices.

Alguien dice que han abierto las calles
y salimos a la luz con las antorchas prestas,
en busca del refugio de los vampiros.

Son las siete de la mañana
del tercer día de marcha
y mi cuerpo se recubre de escarcha.

domingo, 15 de enero de 2017

alas de mariposa


Habíamos vivido todas las vidas
que caben en un pañuelo,
por eso al despertar nos encontrábamos las alas.

mis deseos y sabores

No quiero ser la única luz que atraviesa el muro
ni ser una certeza en un mar de olas desesperadas.
No quiero ser ventana, ni nube de agua,
ni ser la banalidad de un domingo de sofá.
Quiero ser el beso que guardas en tu caja de recuerdos
o el abrazo perfecto en nuestra rutina de cuatro baldosas.
Quiero ser la primavera de tus ojos, el otoño de tu piel
y el corazón que late en los escondrijos de tu vientre.

sábado, 14 de enero de 2017

en la fábrica de ecos

En la fábrica de ecos
vivían todos sus egos,
ordenándose por colores,
suficientes para vivir
la vida de un reloj,
los necesarios
para envolver a sus cabellos
con pan y sal.
Y cuando el espejo
se despertaba de sus noches azules,
siempre encontraba
un nuevo peine para acicalarse.

hurtémonos los cuerpos

Hurtémonos los cuerpos
abrámonos los labios de par en par
dejemos que nuestras manos
apuñalen la piel
y que nuestros rostros
pegados a la almohada
recojan la respiración del suelo.
Robémonos los besos
saquémonos las rosas de la boca
dejemos que la primavera
se haga fuerte en nuestros cuerpos.
Y al amanecer
despidámonos de la luna
con un hasta luego.

domingo, 8 de enero de 2017

el poeta sueña

Quisiste guardar el mar 
en un tarro de cristal
y ahora sólo tienes
las manos húmedas.
Quisiste esconder las nubes
en el bolsillo de atrás
y tu piel se llenó de viento
y tus huellas de sal.
Quisiste soñar:
cielo azul, matemáticas sin hambre,
y la primavera se escondió
en alguna de sus esquinas rotas.
Quisiste transformar el mundo
y al final te quedaste en aquel poeta
que goteaba versos de arena
y que devoraba la monotonía a cucharadas.

sábado, 7 de enero de 2017

los mismos versos, la misma luna

Vivíamos en la misma luna
por eso nuestras lenguas flotaban
como barcos de papel
en un mar antes de amanecer.
Nutríamos nuestros sueños
como quien alimenta rosas en el parque
mezclando el aire con vino.
Y al final del día abríamos nuestras alas
y dejábamos que la noche
nos transportara al mismo cielo.
Nos amábamos
como si hubiéramos aprendido
a escribirnos los versos juntos.

domingo, 1 de enero de 2017

yo quiero que la primavera

Yo quiero que la primavera
viva en nuestras bocas,
que el invierno solo sirva
para quitarle las hojas al calendario
y dejarnos la melancolía entre los dientes.

Yo no quiero pasar el hambre de mis abuelos,
no quiero vestirme con ropas de viento,
no quiero que la pobreza se dibuje en los espejos
ni que el tiempo sea de arena
ni que nuestras huellas las devore el dinero.

Yo quiero que la primavera
habite en las esquinas del tiempo,
que el puño derrumbe los muros
que el pan este en boca de todos
y que todos tengamos un trozo de cielo.