Me gusta su sonrisa,
alargada como una luna de media noche.
Me gusta el ruido de sus cabellos,
que como olas de un mar inquieto
están llenos de sal y rosas.
Me gusta mirarla,
mientras nos alimentamos del aire de los escaparates
mientras que los labios devoran los alacranes de las bocas.
Me gusta contarla historias,
escribirnos la revolución en la palma de la mano.
Me gusta pasear
con nuestros dedos de algodón y almíbar
por el estrecho pasillo donde se despiden los sueños.
Me gusta tocarla y que me toque
y dejar que el agua nos corretee por el cuerpo
y que el silencio se coma trozos de la piel.
Me gustan los abrazos de deseo.
Me gusta soñarte entera
sin quitarte ni una sola espina.
Me gusta tu poesía amigo Luis. Un abrazo
ResponderEliminargracias amiga María por tus siempre cálidas palabras
ResponderEliminarSoñarla en verso o en prosa, hacerla musa de tu sentimiento, de tu pluma... Soñarla con todas las esquinas para amarla más.
ResponderEliminarTienes una tinta exquisita.
Te felicito, Luis.
Mil besitos.
gracias Auroratris, al final de los sueños siempre quedan abrazos
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