La amaba
como el pájaro ama a su
aire,
esa leve brisa que le transporta
por las autopistas del
cielo
La amaba
en todos los rincones, en
todos los segundos,
en los atardeceres
amarillos
con sus espejos de arena y
olas.
La amaba
como si hubiéramos aprendido
juntos
a escribirnos los versos.
Precioso como todos tus versos. Un abrazo
ResponderEliminargracias amiga
ResponderEliminar