luis perronegro

luis perronegro

viernes, 30 de septiembre de 2016

me gusta vivir dentro de ti

Me gusta vivir dentro de ti
me gustan tus adjetivos
el verbo que llena tus labios
mi carne llena de tus versos,
me gusta el agua que mana de tu cuerpo
la primavera de tus pechos
y amanecer
en la profundidad de tu mar amarillo
contando los poemas de la almohada.

domingo, 25 de septiembre de 2016

el espejo










No hay nada más audaz
que reconocerte en los bordes de tu piel,
te evita el desencuentro
de los monstruos frente al espejo.

sábado, 24 de septiembre de 2016

fuimos tormenta

Fuimos tormenta
entre teclas somnolientas
y la tinta de papeles que vuelan,
con las sienes ansiosas de carne,
con las persianas bajadas
para que no nos penetrara el silencio.

Y desatamos los cabellos de sus lienzos,
entramos uno dentro del otro
con el azúcar de nuestros sexos,
dejando que la nieve se haga fuego
con el agua escurriéndonos por el cuerpo.

Y cuando me recobro del estruendo
y tus ojos buscan la calma del sueño,
recuerdo,
que en tus pechos
siempre encuentro la primavera del deseo.

viernes, 23 de septiembre de 2016

de aquellas pesadillas surgieron los sueños

fuente www.imagenesmania.com









Una vez que la ciudad fue sometida
y la noche rompía todos los poemas
desnudos de agua,
mientras la lluvia barría las calles
del metal pesado
con el que sueñas los rascacielos,
una vez que sucedía todo esto
regresábamos a nuestras cuarteles de invierno
y de aquellas pesadillas surgieron los sueños.

sábado, 17 de septiembre de 2016

los diálogos del silencio

Últimamente tengo la sensación de que hablo distinto. Que mis palabras son trozos de nubes de lluvia. Nadie me entiende y a nadie entiendo yo.

Puedo pasar horas delante de mi interlocutor , intercambiando silabas, incluso  escurriendo palabras certeras. Probablemente metáforas que se sintieron absueltas de un veredicto de indiferencia.

Y nada crece en mí. Las palabras son versos que se duermen en los cuadernos.
Nada entra en mí, resbalan las letras por mi cuerpo y acaban junto a los pies.

Esa incomunicación perenne me permite acogerme a una comunicación más sugerente. El diálogo del silencio.

Es en el silencio donde observo cómo se construyen las palabras en la boca, cómo las manos me dicen lo que esconde la mirada, cómo los ojos me cuentan cosas diferentes a los sonidos que mastican los labios.

Me entiendo mejor con el silencio.  A veces me permite ver por dentro.

jueves, 15 de septiembre de 2016

los versos volaban como cometas ardiendo

fuente www.freepik.es















Los versos volaban como cometas ardiendo
unas veces quemaban 
y otras sólo eran líneas en el horizonte,
por eso cuando el cielo se llenaba de nubes
los poemas se dormían en los cuadernos.

sábado, 10 de septiembre de 2016

el mar, siempre el mar


La marea me dejo frente tus huellas,

sumando espuma a tus ojos.



El mar es el inicio de tu piel

el final de tu cuerpo,

el mar es el beso

que duerme en la arena de la playa,

es la caracola que susurra deseos de viento,

el mar conoce

todas las hendiduras de mi rostro

y es allí , justo en su horizonte,

donde empiezan a nacer los sueños.

martes, 6 de septiembre de 2016

la nada y sus menudencias


La nada y sus menudencias
En esa botella vacía entran la incontinencia de mis sueños. Todos, incluso el que contiene trocitos de luna.
La noche fallece junto a la mano ceremoniosa del barman.
Las persianas se desvanecen, y el humo ahora ausente, te devuelve a casa.
Cierran los portales a tú paso, el churrero lanza proclamas llenas de grasa y el metro zarandea jóvenes que apenas pueden susurrar calma.
Las sombras que proyectan las farolas son tan agrias que nunca llego a  saber cuándo me persiguen o lloran conmigo
La nada y sus menudencias me saludan junto a la almohada.
Y me duermo con la ilusión de los insomnes, esperando que el reloj me despierte a su hora.

lunes, 5 de septiembre de 2016

todo el mundo tiene una historia

Todo el mundo tiene una historia.
La suya era una calcomanía en la piel,
donde se prohibía la entrada
a los amantes que no portaran
la luna entre los dientes.
Por eso siempre al despertarnos,
comenzábamos  nuestra revolución
dejando la almohada plagada de besos libres.

domingo, 4 de septiembre de 2016

puedo estar la vida de un reloj

Puedo estar la vida de un reloj
acariciando tus cabellos.
No necesito pan ni sal
ni agua que se me escurra
entre los dedos,
ni tan siquiera el sonido de un lágrima
rompiendo el suelo.

Puedo pasar una eternidad
entre el laberinto de las estrellas
que dibujan tu rostro,
desenredando sueños
ensimismado en la humedad de tus labios,
con mis huellas
plagiando tu rostro
con mis venas en tu pecho.


Puedo seguir
atando cabos al cielo,
dejando que las nubes atraviesen el firmamento
mientras que regresas de nuevo.