El hambre es el reloj de la historia,
es el camino por donde transcurren
las arrugas del alma,
la famélica legión de los
desesperados.
El hambre atrae a las grietas del
rostro
a las raíces que crecen a sangre y
fuego
a las palabras sin alas.
Es la luz que trae de vuelta a los
fantasmas.
es la luz que ciega a la vida... Besos!! Querido poeta...
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