La noche se hace rubia,
anticipa el fragor de
las almohadas,
las bocas se vuelven
azules
plagadas de besos rana
y el latido de la cama
nos devuelve el
silencio del planeta,
como aquella cometa
que quiso comerse las
nubes
y regreso con los
dientes
llenos de mermelada.
La noche invita a distorsionar la realidad. Plasmáticos versos.
ResponderEliminarMil besitos.
la noche puede llegar a comerse las estrellas. besos tb para ti.
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