luis perronegro

luis perronegro

lunes, 2 de noviembre de 2015

Llueven piedras.

Llueven piedras
y los barcos de papel
flotan por los ríos que manan del asfalto.
Las niñas tienen las faldas rotas
por el agua que quebranta las calles
y en las esquinas del otoño
se ahogan las lágrimas.
En las farolas caen mares amarillos
que van a desembocar
a una tierra muerta de sed y aire.
Y yo vuelvo a ser el niño,
con la nariz pegada a los cristales
mientras el cielo llora a moco tendido.

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