Domingos
de sofá viendo crecer la hierba
mientras
a las aceras le salen cabellos
y a los tejados nidos de escarcha.
Me
llenare las carnes hasta los huesos
en mis
labios dejare que crezcan candados huecos,
hasta
que el lunes nos despeine,
con amaneceres,
rutinas y besos.
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