Nuevo año.

Acabamos el año 
como lo empezamos
con viento entre los dientes.
Con el nuevo año nuevos tirachinas.

Un camión a ninguna parte.

Heroish

Mirábamos a la carretera

Como si fuera un pasado lejano

Como si al cargar nuestros cuerpos de pretérito

Nos fuéramos a venir abajo con el nuevo año.

Que nada cambie.

Que nada cambie

Que las mariposas sigan flotando en mi estómago

Que vivamos dentro de un abrazo perfecto

Que dibujemos nuestro paraíso entre cuatro baldosas

Que nada cambie

Que nuestros besos sean carne o aire

Que nuestras lenguas se abracen junto al mar

Que nuestros corazones golpeen el mismo pecho

Que nada cambie

Que primero nos amemos y luego luchemos

Que la revolución nazca con nuestras huellas

Que me duerma con un dulces sueños

Que nada cambie

Que sigas construyendo mi mejor versión.

La tristeza es como el agua.

La tristeza es como el agua

a veces dulce y a veces salada.

Hoy me reconforta

me reúne con mis sombras,

por eso mis lágrimas no mojan

sólo sirven para dar de comer a la hierba.

Diosas del aire II.

Heroish

Con las flores amaneciendo en mi cabeza

Con la sonrisa puesta y los ojos plenos de ti

Con el cielo azul abrazándose a mi cuerpo

Con todo lo necesario para devorar tus labios.

El único relato.

Tengo que construir un mundo nuevo

donde me quepan todos tus besos,

antes de que los soplos que arrasan los sueños

desplieguen sus molinos de viento.

Tengo que ponerme los ojos de ver,

para poderte mirar

entre las nubes que nacen en el cielo.

Tengo que diseñar una caja grande,

para guardar el color de tus recuerdos

durante la larga noche de nuestra ausencia.

Tú eres el único relato

que se escribe en las venas de mi tiempo.

Atrás quedaron los escombros del pasado invierno.

Mientras la tarde fallece

cuando su mirada se vuelve triste y tenue,

tú apareces un día más en mi recuerdo

con tu rostro pleno de estrellas

y tu boca plagada de encuentros  .

Tenemos un paraíso de cuatro baldosas

el alma atravesada por una saeta

y miles de corazones dibujados en la pared.

Atrás quedaron los escombros del pasado invierno.

Teníamos más de lo que siempre quisimos perder.

Teníamos más de lo que siempre quisimos perder.

Podíamos construir versos en los ojos

barcos de papel sobre la piel

y dejarnos flotar en un abrazo.

Podíamos descifrar el sentido de las cosas

durante la vida de un parpadeo

como si todos los misterios se hubieran ordenado

en la palma de nuestras manos.

Teníamos algo tan frágil entre los labios

que nos atemorizaba perderlo

por eso rezábamos lo que sabíamos. Que era igual a nada.

Cogíamos fuerza

y nos prometíamos no dañarnos

como si nuestro amor que aún era un susurro

estuviera a punto de esconderse

en las profundidades de un mar.

Teníamos más de lo que siempre quisimos perder

y queríamos que la primavera siempre fuera eterna.

Miniatura 20.

La vida es un largo embrutecimiento

Llena de cristales y espejos

Llega un día que ya no te acuerdas del color de tus zapatos.

Diosas del cielo I

Heroish

Por su extrema palidez

Por las arrugas que nacen en su cuello

Por el sombrero calado de silencios

Por eso la reconocíamos, como reconocemos el cielo.

Miniatura 19.

Ella estaba abrazada a mi corazón

sujetándome los latidos,

para que no volara del pecho

y se rompiera en trocitos de agua.

Navidad I.

La Navidad me sorprende

con la tristeza en la puerta de la boca

como si la felicidad de los escaparates

no pudiera penetrar mi piel,

como si los párpados se hubieran cerrado a la noche

y papa Noel pasara de largo.

La Navidad tiene un perfil inquietante,

incapaz de desvanecerse

entre las multitudes de barro que golpean las calles,

por eso duermo con los labios cerrados.

Nacimos con el mismo lío.

Tú y yo nacimos con el mismo lío

y eso nos hace inseparables,

a veces se nos borra el rostro

de tanto prestarnos la saliva,

los párpados se queman de deseo

y se nos escapa el aire de los dientes,

luego regresamos con el deseo abatido

nos cuesta separarnos,

se nos abre un hueco

donde la tierra abre sus fauces.

Nacimos con el mismo lío

y eso nos hace inseparables,

aunque luego tengamos

que recogernos del río

antes de ahogarnos

y mandarnos mensajes en botellas

todo el rato, en todos los segundos

para recuperar nuestro aliento.

Se me cruzo un pensamiento.

Se me cruzo un pensamiento

entre las tristezas que me traía el aire

y el cielo se abrió

como se abre cuando la luz lo atraviesa

pleno de arcoíris.

Se me cruzo un pensamiento

tus ojos y mis ojos

en la oscuridad de nuestro paraíso

devorándose en silencio

construyéndose telarañas infinitas.

Se me  cruzo el pensamiento

y se me quedaron los corazones abiertos.

Miniatura 18.

Sueños de un funambulista:

Que las líneas frágiles de aire que le separan del suelo

sean autopistas de cielo

Encadenados en susurros de agua.

Con tu boca y mi boca

encadenada en susurros de agua

con nuestros trocitos de lengua

entrelazados

como mariposas de aire.

Dibujándonos el mismo tiempo

respirando dentro de la misma nube

y con nuestro deseo en burbujas

encerradas entre cuatro baldosas.

No nos faltaba nada, excepto salir a la calle

y empezar  a flotar entre los duendes

que planean las calles.

Arrastrando su vida por los espejos

Heroish

Si algún día tuvo un sueño, ya en él no se reconoce.

Cumple con la vida de la única manera que sabe,

ahuyentando el hambre

y con la esperanza de que algún día llueva.

Como un fino cristal.

Como un fino cristal

dejaba que me peinara el viento

mientras tus besos brotaban en mis manos

como espigas silvestres,

amamantando los arroyos

con nuestros caudales de agua

Vivíamos por encima de nuestras posibilidades

o por debajo

con los recodos de la piel siempre pendientes

de que llegara el deseo,

mientras nos alimentábamos

con los restos de alientos

o con los besos de esquinas

en primaveras siempre plenas.

Como una jauría de sentimientos

nos sujetábamos a la silla

para no caernos

y poder seguir en nuestro paraíso de cuatro paredes

con la suerte de habernos conocido

y con el placer entre los dientes.

En medio del fotograma

Heroish

Era tan pequeña que parecía vieja

y cruzaba los brazos con tanta elegancia

que parecía que tenía un mar entero

escondido debajo de sus dedos.

Miniatura 17.

No hay mayor soledad

que la que te encuentras frente al espejo,

te remite al instante donde tu cuerpo fue nieve.

Promesas

Para poder seguir dibujando promesas

necesito llenar el cuaderno de versos

que como mariposas

depositen sus besos en los huecos de tus ojos.

El amor crecía en cada segundo

El amor crecía en cada segundo,

en el vaho del cristal

en que se reflejaba nuestro mundo,

mientras mis manos

trazaban las curvas de sus muslos

como un escultor que clava versos

en las entrañas de sus modelos de barro.

El amor crecía en cada segundo,

sin parciales , ni descuentos,

sin a veces o puedes,

crecía hasta con el sonido de sus silencios

incluso cuando los mensajes

se detenían en las nubes.

El amor crecía en cada segundo

y no había arboles suficientes en el parque

donde dibujar todos los corazones pendientes.

A 100 kilómetros de distancia.

A 100 kilómetros de distancia

con nuestros cuerpos en cada esquina del mundo,

con los labios tan alejados

que no llegaba el sabor de los besos,

ahí estábamos, recordándonos

estirándonos los surcos de la piel

con la humedad en la punta de la lengua.

A 100 kilómetros de distancia

con todo un mar en medio,

nuestro placer en cada una de nuestras manos,

mientras el recuerdo nos depositaba

frente a  una fotografía quieta:

nuestro paraíso de cuatro baldosas.

Autopistas por el cielo.

Vuelvo a casa, temprano para los que se despiertan, tarde para los que ahuyentan el hambre en las aceras. La luz se acuesta junto a la hierba.

Dejo la resaca en el sofá, me tomo el café de las 12, la copa de las 14 y la cerveza de las 17. Los cabellos se me caen a borbotones.

La lluvia aporrea la puerta, el cielo se ha puesto de acuerdo para vaciarse, entero, sin pausa, como si no tuviera otra cosa que hacer.

Me miro en el espejo del televisor, me veo igual que ayer, mal, sin necesidad, sin cobertura.  Tengo el cuaderno en blanco.

Hay tantas autopistas en el cielo por donde transitar y yo continuo durmiendo.

Vivíamos en la misma luna II

Vivíamos en la misma luna

por eso nunca hacíamos pie

y  flotábamos como mariposas de agua.

Miniatura 16

Para  que los incendios que se ceban con el corazón

no se propaguen,

deja abiertos los labios de par en par.

Sujetando la pared para que no llueva.

Heroish

Con el pijama a rayas

con la misma ropa y con el mismo sueño,

así esperábamos el día

para empezar a masticarlo lentamente.

La caja de los secretos.

Mi niña tiene suaves piernas

por las que se deslizan mis besos,

tiene la espalda llena de flores

donde se escurren mis deseos,

tiene incendios por todo su cuerpo

como bocanadas de amor en febrero.

Tengo entre mis dientes su sexo

Tengo en mi lengua trozos de su piel

Tengo los dedos arrebatados por el deseo

 Mi niña tiene la caja de los secretos.

Soy como la hierba

Soy como la hierba

que crece en el cuerpo

de la mujer que amo,

una espigada flor

que penetra su tierra

y la deja siempre húmeda

como una grieta colmada

como una palma de la mano que se cierra.

Hurtémonos los cuerpos

Hurtémonos los cuerpos

abrámonos los labios de par en par

dejemos que nuestras manos

apuñalen la piel

y que nuestros rostros

pegados a la almohada

recojan la respiración del suelo.

Un amor entre líneas.

Tenía la voz de una niña

como si una luciérnaga

se hubiera instalado en su alma.

Su sonrisa podía iluminar la noche

como una luna

acompañada de estrellas.

A veces entre la piel de su cara

se escudriñaban pecas.

Otras veces sus cabellos

ocultaban sus ojos

para protegerle de un sol siempre presente.

Lo tenía todo

excepto aquel horizonte que se fundía con el mar

y que nos impedía abrazarnos.

Nos deseábamos en silencio

cada uno al lado del otro.

Vivíamos un amor entre líneas

leyéndonos los labios

y dibujándonos miradas en el rostro.

Miniatura 15.

Teníamos un mar entero entre nosotros

y las olas siempre me traían tu piel

junto con los restos del último naufragio.

Vivíamos en la misma luna.

Vivíamos en la misma luna

escribíamos en nuestro libro

el mismo poema

no hay nadie como tú mi amor

y dejábamos que nuestros besos

acariciaran nuestras huellas

suaves como un mar recién levantado.

Vivíamos en la misma luna

amándonos en su cara dulce

paseando de puntillas

con los abrazos siempre puestos

y comiéndonos las palabras

antes de que las secuestrara el viento.

Vivíamos en la misma luna

por eso siempre nos entendíamos

como si tuviéramos el alma abierta

por la misma página.

Beso a beso.

Beso a beso

recorreré

tu cuerpo de miel

tu pequeño infinito,

me plegare a tus ríos

a tus márgenes

a tus recovecos

a tus planicies

y dormitare

junto a tus columnas de fuego

junto a tu respiración pausada.

Beso a beso

seré un viajero con agua

un hombre que  acaricia

cada uno de tus sentidos,

un diminuto placer

al que el reloj no para.

Miniatura 14.

Ni siquiera la lluvia quería bailar

ni la luna alumbrar a los amantes,

la puerta se había abierto

y todo se estaba yendo.

Salir corriendo

Salir corriendo

plegar las alas

escaparme de la presencia

perpetua de sus ojos.

Salir corriendo

plagiar al viento

como si los tatuajes que dejo en mi piel

pudieran desprenderse

con lametazos de aire.

Salir corriendo

empaparme de certezas

para luego verlas derretirse

como sueños de arena

como lengüetazos de agua.

Salir corriendo

y no regresar

para luego seguir volviendo

a la esquina de sus labios.

Hasta que la lluvia nos empape.

A oscuras

recorro las sorpresas de tu cuerpo,

me quedo quieto

en las formas de tu pecho

las moldeo con mi lengua

como esfinges de viento,

bajo y subo

como un ascensor

que se pliega al deseo,

desde tus entrañas

a los surcos de tu boca

y luego entro dentro de ti

y me salgo

y nos tocamos enteros

sin sutilezas

con la rudeza del placer,

hasta que la lluvia nos empape

Agarrando el suelo.

Heroish

Era tan infinito el cansancio que le abordaba

que sus parpados inclinaban las calles

para así dormir el mismo sueño

con el que amanecían todas las ciudades.

Toda la noche danzando los cuerpos.

Mi lengua suave como la piel de un melocotón

tu sexo poblado de pestañas nocturnas

húmedo como todo un mar.

Mi lengua dentro de ti

arrebatándote todos los sabores

atrapando las esquinas de tu placer.

Tú y yo

mi lengua y tus besos

y toda la noche danzando los cuerpos.

En la punta de tu almohada.

Me desvinculo de los versos que no salieron de mis ojos

me quedo con el suelo pisado

con la duda saciada

con el agua de tus besos

con la humedad de tu piel

y con el sueño a punto de volver a surgir

en la punta de tu almohada.

Con los bolsillos repletos de manos.

Heroish 

Había atravesado las puertas

donde la espesa niebla engulle a las aceras

y había depositado allí mis huellas 

para que marcaran el camino de mis pasos.